Si Henry resiste, Colombia se salva

Autor: Mauricio Delgado

 

Si Henry resiste, Colombia se salva

Al inicio de 2024 en la posesión del nuevo gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, en referencia a la autonomía financiera de las regiones acuñó en la frase: “Si Antioquia resiste, Colombia se salva”, un concepto que en otros frentes comienza a ser la alternativa de los diferentes sectores y organizaciones sociales, empresariales e institucionales, que no solo él mismo refirió después, cuando emprendió la recolección de recursos vía ´vaca´ para completar los fondos que el gobierno central le estaba negando para la culminación de la infraestructura de su departamento, sino además probablemente sin pensarlo, o sin proponérselo en ese sentido, se está empleando en diversas situaciones complejas, con líderes gremiales, sociales y directivos de empresas e instituciones, ante la amenaza y la vulneración de derechos que desde el gobierno central se está dando, sea por acción directa o por promoción y/o por velado apoyo a organizaciones y agrupaciones criminales, como sucede en la Universidad Nacional de Colombia con Henry, quien con valentía y dignidad hoy resiste en nombre de todos los colombianos.

Pero antes de ir al caso de Henry Balcázar, estoico e íntegro vigilante del centro universitario, que completa su cuarto día ´secuestrado´ por un piquete de vándalos, conviene ver algunos casos emblemáticos en los que se empieza a apreciar cada vez con mayor valor la necesidad de asumir posturas radicales y tomar decisiones frenteras, en defensa de las presiones, asedio, malas decisiones y amenazas de este gobierno, el cual, al encontrarse con una realidad contraria a sus deseos de imponer voluntades por fuera de las reglas de la democracia, sin articulación y respeto con las instancias e instituciones que conforman el estado de derecho que responde a la carta constitucional, intensificó su radicalización con el llamado a una constituyente, producto de su incapacidad de someterse a las reglas de juego existentes, a la vez que procura vulnerar a sus contradictores, sea con el presidente en persona propia o a través de su círculo ideologizado, con acusaciones, decisiones y acciones sin fundamento, producto de su odio irracional y su incomprensible actuar vengativo.

Así, en medio de esta semana, el presidente del congreso, Iván Name, determinó suspender la sesión plenaria del senado en la que se esperaba avanzar con el debate la reforma pensional, en protesta a las peligrosas e infundadas acusaciones -pues las dio sin evidencias- contra los senadores de la comisión séptima por su arrojo al hundir en tercer debate la propuesta de reforma a la salud, afirmando el mandatario que esto se dio por ser ´tres o cuatro´ senadores contrarios a su reforma corruptos y que lo hicieron por haber sido financiados por la multinacional Keralty, la dueña de la EPS Sanitas, la misma que arbitrariamente la superintendencia de salud intervino el mismo día que la arrogancia de su colectividad se vio derrotada con la postura de la mayoría de senadores de esa célula legislativa, demostrándose además que esta imprecisa actuación se dio por una motivación de retaliación presidencial.

Precisamente los ataques desaforados y por fuera del debido proceso contra las EPS que emprendió el gobierno y aliados a su causa, como al parecer lo es el contralor encargado, se constituye en otro caso emblemático de resistencia. Aquí, Ana María Vesga, presidente de ACEMI ha tenido que salir a defender el debido proceso ante las improvisadas intervenciones de la superintendencia de salud a sus agremiadas y ahora a la imprudente y calculada presentación que el interino contralor Zuluaga hizo públicamente, en donde acusó a las EPS del desvío de la exorbitante suma de más de 9 billones de pesos, sin haber socializado, ni pedido las observaciones a las entidades que habrían podido incurrir en las faltas administrativas, como lo manda el procedimiento de auditoría de este ente de control en materia de derecho de réplica, demostrando con avidez su intención de causar daño al llevar este ´informe preliminar´ a la Fiscalía general de la nación, entidad que también de manera presurosa anunció apertura de investigación, empezando además a preocupar el poder estar faltando a su promesa la nueva fiscal Luz Adriana Camargo, de no orientar las decisiones de la entidad por intereses políticos.

En esa misma medida de salir a resistir los embates del gobierno, podría citarse al alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien se vio obligado a defender el contrato del Metro de Bogotá, proyecto que el presidente se empeña en modificar basado en supuestos y fundamentándolo con información amañada, debiendo el mandatario de los bogotanos exponer públicamente su decisión de cumplir el contrato vigente y la necesidad de dar continuidad a lo pactado, que está ya en progreso para este mega proyecto. Estos casos referidos con los responsables de la gestión actual del legislativo, de los intereses del gremio de las EPS y de las administraciones del Distrito capital y del departamento de Antioquia, suelen iniciarse con el asedio desde el atril de un discurso presidencial o con un posteo en ´X´ desde la cuenta personal del presidente, que azuza rápidamente la artillería de los más connotados alfiles del mandatario y de las hordas de sus bodegas en las redes sociales -ahora pagas por los medios públicos de comunicación- en contra de la institucionalidad, ambientando las decisiones que vía decreto o por iniciativa administrativa se emprenden en contra de las instituciones, pasando si es menester por encima del estado de derecho.

Pero lo más representativo de esta imperiosa necesidad de defensa de las instituciones, la está ejemplificando el señor Henry Balcázar, vigilante del edificio ´Uriel Gutiérrez´, de la sede Bogotá de la Universidad Nacional, quien se encuentra a esta hora ´secuestrado´ por un grupo de encapuchados, quienes al mejor estilo criminal de la ´primera línea´ -de tanto afecto para este gobierno y por ello seguramente no ha recibido mayor objeción o rechazo por parte del ejecutivo-, manteniéndose solo, firme dentro de su lugar de trabajo, resistiendo en defensa de la infraestructura de seguridad por la cual responde, afirmando que “… Yo no puedo dejar que vandalicen algo por lo que yo he luchado durante tanto tiempo con mis compañeros. Hemos luchado bastante con estas personas para tratar de brindarle la mejor seguridad a la universidad y no podemos dejar que vengan personas ajenas a destruir esto…”. El señor Balcázar nos demuestra a todos los colombianos con sus decisiones y acciones que la defensa de la institucionalidad y de lo construido es una vía posible para salvar a Colombia, pudiendo afirmarse sin temor a equivocarse que: ´Si Henry resiste, Colombia se salva´.

En ese mismo contexto, se puede colegir que ´Colombia se salva´ en la medida que la valentía de los responsables de la función pública, de la producción industrial, de la prestación de servicios o del liderazgo social ´resistan´, sin temor a las amenazas o vulneraciones a los derechos que el gobierno emprenda contra todo aquel sector, institución, proyecto o persona que contravenga los deseos del presidente de la República. Ejemplo de ello es como impuso por encima de todos y de la razón al presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, el cuestionado Ovidio Claros, para lo cual el gobierno se confabuló con lo más representativo de su ´odiada´ oligarquía para obtener el voto de una filial de Nutresa -ahora del grupo Gilinski-, que hace parte de la junta directiva de esa entidad, a cambio presuntamente de una flexibilización de la superintendencia de sociedades en favor de sus intereses. En esta misma línea, también el presidente tratará de imponer hoy en la presidencia de Corferias a Mery Janneth Gutiérrez, cuyo principal mérito es ser la expareja de Holman Morris, y a quien no pudieron antes poner como ministra de las TIC ni en el servicio diplomático. Por ello, contrario a como los Gilinsky no resistieron, se espera que la junta de Corferias hoy resista y no dejen imponer este oscuro deseo presidencial.

Resistir para salvar a Colombia, es la vía para contener a este gobierno de actuar vengativo, que quiere imponer su voluntad desde el odio, el chantaje, la amenaza y la compra de conciencias. Resistir de la forma en que Henry Balcázar lo hace a estas horas defendiendo su puesto de trabajo en la Universidad Nacional, a cambio de nada, solo poniendo por encima de su vida y bienestar sus convicciones más altruistas, mientras hace un llamado muy encomiable al diálogo con los directivos de la universidad y los ´muchachos´, como cariñosamente llama a los estudiantes del centro educativo, afirmado además que esta asonada criminal está infiltrada por ajenos a la comunidad universitaria. Resistir para salvar a Colombia, como lo están haciendo el gobernador de Antioquia y el alcalde de Bogotá, que no ceden a las amenazas con el presupuesto de la nación con las que el gobierno del presidente Petro presiona. Resistir para salvar a Colombia, como anónimos funcionarios de todas las entidades públicas hoy lo están haciendo, para no dejar que la autocracia y la anarquía destruyan la institucionalidad.

Resistir como lo hacen congresistas de diversas orillas políticas, destacándose entre otros algunos como Andrés Forero, Catherine Juvinao, o Jennifer Pedraza, citando apenas tres que pueden representar todo el espectro político, que están en permanente defensa con argumentos y decisión de las intenciones febriles del presidente y son víctimas por ello de las jaurías de bodegueros con las que este gobierno se impuso para llegar a la presidencia. Resistir como lo deben hacer las EPS, que iniciaron siendo estigmatizadas, luego fueron desangradas financieramente y ahora son intervenidas -¿expropiadas?- con un arsenal de acusaciones malintencionadas y decisiones abusivas soportadas en mentiras, con ministros como la señora Corcho y el señor Jaramillo -y ahora con el superintendente Leal- declarados enemigos de la participación privada en la salud pública y connotados activistas en contra de estas entidades vitales del sistema de salud colombiano.

Resistir para salvar a Colombia, como lo hacen a diario y con devoción periodistas y medios de comunicación, que se exponen como personas y como empresas ante los peligros de la descalificación y del odio que les devuelve el presidente y sus áulicos, por sus investigaciones opiniones y denuncias a los desvaríos de este gobierno que no tiene rumbo. Si Henry resiste se salva Colombia. Si todos resistimos, se salva Colombia. Que el ejemplo de Henry Balcázar nos anime a todos.

 

El contenido de esta columna representa la opinión del autor, no la posición de ASB RA