Autor: Germán Rene Jimenez
La humanización de la energía y su impacto social
A propósito de la transición energética de la que se habla en Colombia por estos días, Daniel Díaz Toro, director ejecutivo del WEC, (Consejo Mundial de Energía, por sus sigla en inglés), comentó que “Es importante entender que no podemos realizar una transición a cualquier costo, y que en las hojas de ruta y en los planes que nos tracemos, siempre debe haber un ángulo social, entendiendo a qué paso podemos transitar, cómo los cambios van a afectar a nuestros ciudadanos, y qué capacidad de pago tenemos. Las personas, sus necesidades y las posibilidades de dar respuesta es lo fundamental para humanizar la energía”
Agregó que el proyecto de Cortepaz, en dónde a partir de un sistema solar fotovoltaico, una asociación afrocolombiana que reúne 295 familias productoras del grano -ubicadas en el Consejo Comunitario El Rescate las Varas del municipio de Tumaco-, que hoy puede llevar su producto a Europa, enseña mucho al respecto.
El vocero de MGM puntualizó que “La experiencia de Cortepaz y nuestro trabajo conjunto con el WEC nos obligan a seguir trabajando por avanzar hacia la humanización de la energía. Somos personas que trabajan para personas, y entendemos que la generación respetuosa y con énfasis social de la energía será la que finalmente nos ayude a alcanzar esa transición energética que tanto requerimos”.
¿Qué es?
Humanizar la energía significa involucrar a más personas en el cambio y la construcción de nuevos sistemas energéticos.
Así las cosas, la energía hoy debe verse como un bien al servicio del ser humano, su desarrollo y sostenibilidad, que conlleva la alteración y la transformación de la sociedad en general, y de las comunidades en particular.
La humanización de la energía es reconocerla como un derecho de las personas sin importar su raza, religión, territorio donde viva o condiciones socioeconómicas. Es comprender que todos, sin excepción alguna, tenemos derecho a la energía, y trabajamos por hacerlo una realidad mundial y local.
¿Cuál es su objetivo?
Responder adecuadamente a las transiciones sostenibles, no solo desde el punto ambiental, sino involucrando un componente social como elemento fundamental para entender a qué paso podemos avanzar, cómo los cambios van a afectar a los ciudadanos y qué capacidades económicas se tienen.
Es decir, dar respuestas entendibles, concretas y perdurables en el tiempo para que las personas se empoderen del consumo de la energía, las comunidades conozcan soluciones innovadoras para su generación, y los sectores público, privado, académico y científico desarrollen nuevos tipos de energía, todo con el fin último de consolidar un sistema energético sostenible.
¿Cómo se logra?
Mediante la alfabetización energética en los diferentes sectores de la economía y la sociedad para responder al “Trilema Energético” (seguridad energética, equidad energética y sostenibilidad ambiental)
- La seguridad energética es la capacidad de brindar energía ininterrumpidamente a las personas y a sus sistemas de producción, sin importar su ubicación geográfica.
- La equidad energética es dar acceso a todas las personas, en especial las menos favorecidas, priorizando sus necesidades y condiciones económicas para que las puedan pagar.
- La sostenibilidad ambiental es la necesidad de reducir al máximo la dependencia de fuentes intensivas en carbono, buscando que cada vez sean mayores las energías no contaminantes.
- La humanización se logra produciendo diferentes tipos de energía, asegurando su distribución permanente a todas las personas, de acuerdo con sus necesidades y condiciones económicas, sin contaminar las fuentes naturales, a un costo que se pueda pagar.
(El contenido de esta columna representa la opinión del autor, no la posición de ASB RADIO).
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